La boda de mi mejor amiga

El sábado brilló el sol, Ana y Chema se casaban y octubre les regaló un día fabuloso. Después de meses de preparativos, de muchos días y horas de trabajo, ilusión y esfuerzo por cada detalle y la dosis de rigor, de nervios y pánico de última hora, media hora tarde, llegaba Ana a la capilla de su colegio, preciosa, feliz, emocionada. Envuelta en tul de plumeti, como una niña, acompañada por su padre, arropada por sus amigos, mecida por el "O sole mio" que se escuchó alto y claro, cuando recorrió su camino por la alfombra roja hasta llegar a encontrarse con el hombre que prometió que la cuidará y amará todos los días de su vida.

Compartir tu felicidad y disfrutar de estos momentos contigo ha sido lo mejor. Y no sé por qué, se me viene a la mente esta canción de Sabina, que con tanto talento compuso y que hoy yo te dedico a ti...

Que el maquillaje no apague tu risa,que el equipaje no lastre tus alas,que el calendario no venga con prisas,que el diccionario detenga las balas.

Que las persianas corrijan la aurora,que gane el quiero la guerra del puedo,que los que esperan no cuenten las horas,que los que matan se mueran de miedo.

Que el fin del mundo te pille bailando,que el escenario me tiña las canas,que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,ni ciento volando, ni ayer ni mañana.

Que el corazón no se pase de moda,que los otoños te doren la piel,que cada noche sea noche de bodas,que no se ponga la luna de miel.

Que todas las noches sean noches de boda,que todas las lunas sean lunas de miel.

Que las verdades no tengan complejos,que las mentiras parezcan mentira,que no te den la razón los espejos,que te aproveche mirar lo que miras.

Que no se ocupe de ti el desamparo,que cada cena sea tu última cena,que ser valiente no salga tan caro,que ser cobarde no valga la pena.

Que no te compren por menos de nada,que no te vendan amor sin espinas,que no te duerman con cuentos de hadas,que no te cierren el bar de la esquina.