Hoy tengo que hablaros de la novia, el centro de todas las miradas. Una novia radiante, diferente y muy especial.
El vestido es un diseño de Pol Nuñez en gasa, tul de plumeti y tul bordado y con aplicaciones de flores en la cadera y puño. Acertaron de lleno con el estilo de Elena, muy fresco, muy dulce y con un toque muy original aportado por la doble manga. La verdad es que fue ver el boceto y enamorarse de él, encajaba perfectamente con su idea de vestido bohemio y ligero.
El velo de tul de seda natural estaba sujeto por un tocado de flores de azahar, que estaba inspirado en un modelo antiguo y hecho y pintado a mano por un diseñador malagueño.
Los zapatos adornados con pequeñas flores y un broche con piedras naturales los compró en Mónica García.
Como joyas llevaba unos pendientes regalo de nuestra abuela, su anillo de pedida y la pulsera de nuestra bisabuela con la que se casó nuestra madre y lleve yo también en mi boda.
El ramo (regalo de su cuñado preferido ;-) quedó espectacular, compuesto por dos tipos de rosa blanca, eryngium, flor de cera y unas bolitas que recogiamos secas los veranos en el campo cuando éramos pequeñas, pero que no recuerdo como se llaman. Estaba atado con trozos de guipur y tul y adornado con un pequeño broche vintage con forma de abejita que yo le regalé.
El maquillaje y la peluquería corrió a cargo de David y Bea del equipo de Luis Ramos (Sevilla). Una vez más hicieron un trabajo esplendido. El pelo lo llevó recogido en una larga trenza de espiga y el maquillaje super natural permaneció impecable durante todo el día.
Prometo rescatar más y mejores fotos para completar esta entrada, pero de momento estas pueden ir sirviendo de anticipo.
1 comentario:
Jo!
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