Justo antes de irme de vacaciones estuve trabajando en este encargo. Surgió de forma un poco precipitada, asi que me tuve que emplear a fondo para que estuviera a tiempo para el 30 cumpleaños de una chica, a la que querían sorprender todos sus amigos con una fiesta y con un regalo personalizado, que quedaran como recuerdo de aquel día.
Fue muy laborioso, porque tanto las tapas como las pastas del album están hechas por mi, empleando un montón de materiales y técnicas distintas. Yo no conocía a la homenajeada y no sabía nada de sus gustos, asi que con las únicas condiciones de que aparecieran en la portada su nombre y la fecha del día, me puse manos a la obra. Quise incluir un montón de tarjetas y espacios para que pudiera hacer anotaciones y comentarios sobre las fotos.
Para el libro de firmas, utilicé un cuaderno de pastas blandas y papel de muy buena calidad en tono crema.
Después de pintar, estampar, rasgar los bordes de los papeles y probar posibles diseños a toda la velocidad que me permitía mi inspiración y el escaso tiempo con el que conté, el resultado fue el que podeis ver y juzgar en las imágenes. Como es lógico, por estar hechos completamente a mano, tienen pequeñas imperfecciones que desde mi punto de vista, le dan más encanto.
Os aseguro que me costó muuuuuuuucho desprenderme de ellos. Los miré y los remiré mil veces antes de empaquetarlos y despedirme de las pequeñitas obras de arte que había creado con tanto mimo y esfuerzo.
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